martes, 12 de mayo de 2009

"He cruzado océanos de tiempo para encontrarte"


“I have crossed oceans of time to find you” Si pensabas que esta es una frase de “Drácula”, estas en lo correcto! Pero también es una metáfora en la vida de muchos africanos, que están migrando hacia la Argentina.

Ciudades portuarias como San Lorenzo y Buenos Aires, reciben anualmente una cifra elevada de inmigrantes provenientes de Costa de Marfil, Cabo Verde, Nigeria, Sierra Leona y Liberia.

No solo ingresan a Argentina a través de alguna ONG o del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados), sino también ingresan como polizones, huyendo de sus países, horrorizado por la miseria, las guerras civiles y las persecuciones religiosas y tribales.

Algunos países de África, pequeños como es el caso de Sierra Leona, sufren fuertes guerras civiles y transiciones gubernamentales. La última gran matanza en Freetown, ocurrida en 1999, dejó un reguero de sangre, que no hizo excepción en edad o genero, provocado por los miembros de un grupo político, que “reclamaba” salvajemente la liberación de su lider.

Mi bisabuelo, vino en un barco desde Bari (ciudad que la UNESCO declaró patrimonio historico), situada en Alberobello, Italia, hacia Buenos Aires, ciudad portuaria si las hay, unos años antes de la Primera Guerra.

La historia del viaje en barco, parece lejana y pasada, pero no para el pequeño Moohmed Baldé, de 13 años liberiano que huyó de su país, y viajo como polizón en un barco filipino, que arribó, 11 días después y alimentándose sólo con agua de mar, en la ciudad de San Lorenzo. En su país la policía militar lo obligaba a trabajar en un campo de algodón, bajo condiciones inhumanas y era sometido a torturas incomentables.
Cuando Moohmed se subió al barco no sabia que venia a Argentina, ya que no sabia siquiera que existía, en tanto horror, no hay cuestionamientos.

Huyendo desesperadamente mucho de ellos se refugian en los barcos, pasando días enteros sin comer y poniendo en riesgo su vida. Algunos mueren y otros son repatriados.

No podemos dejar de tener en cuenta que para el comercio internacional, en materia de navegación precisamente, armadores y propietarios de embarcaciones, se acogieron a las denominadas “Banderas de conveniencias” que aparecieron en la Segunda Guerra Mundial, como una necesidad y se eternizaron en el mundo como una vía de abaratamiento comercial, siendo el pabellón mas enarbolado el de Liberia.

Queda latente la idiosincracia existente, entre la bijouterie ambulante nigeriana y la explotación del oro y diamantes seno del conflicto africano.

Me encantaría hablar de la pena de muerte, las formas de gobiernos militares o de otro de los pequeños países Africanos como Ruanda y el genocidio étnico, Uganda e idi Amin, pero lo dejo para otra entrada.